Luego de observar la grandeza de la opera de Sydney, la Rana busco la naturaleza del lugar y llego a las playas australianas. Anhelando el lejano charco que la vio nacer, miro el mar y a pesar de no ser una rana de agua salada, se sento a disfrutar del verano en la arena.
Algunos pobladores de la zona descubrieron las bellas patas que el batracio exponia al sol y le pidieron permiso para tomar un molde exclusivo para la fabricación de un nuevo modelo de patas de rana para buzos.
Nuestro equipo de investigadores la sorprendio meditando mientras le traian el primer modelo construido de las nuevas patas.